viernes, 13 de enero de 2017

Escuela Libre del Centro Cultural Jacques Viaux en SDE, estimula amor por la pintura


La Ureña.- La práctica de actividades artísticas despierta en muchos niños y jóvenes de la República Dominicana un interés especial, como ocurre en La Ureña, en la zona oriental de Santo Domingo, donde un grupo de ellos se reúne tres veces por semana para poner a volar su imaginación a través de la pintura, en la Escuela Libre del Centro Cultural Jacques Viaux.

La escuela, que tiene como espacio al patio y la vivienda de María Antonia de la Rosa (Única), se encuentra en las proximidades de Las Américas, autopista que conduce al aeropuerto internacional, a escasos metros del mar Caribe.

Allí, entre perros que parecen entender el sentido lúdico del arte y gallinas que merodean por el lugar en medio de follajes, los niños del barrio, pinceles en mano, llenan cada tarde de color y emoción, reflejando en sus lienzos el entorno semicampestre que les rodea.

El joven Alfredo Vicioso, uno de los de mayor edad en el grupo, dice que pintan no sólo para entretenerse, sino que además, venden sus cuadros a dominicanos que gustan del paisaje así como a extranjeros que visitan el Centro Cultural Jacques Viaux y compran los cuadros de los niños como una manera de contribuir con el proyecto.



“Las pinturas de estos muchachos ha llegado incluso a África y muchos otros países”, agrega María Antonio de la Rosa.

Algunas de las paredes de La Ureña tienen murales realizados por los alumnos de la Escuela Libre del Centro Cultural Jacques Viaux, e incluso, en varias ocasiones los muchachos han desfilado por la comunidad, exhibiendo con orgullo sus obras.

Desde 2005 cuando empezó a funcionar, la Escuela Libre Jacques Viaux ha formado a cientos de jóvenes en las áreas de danza, teatro, manualidades, gastronomía y pintura.

Para la mentora de este proyecto cultural, María Antonia de la Rosa, su dedicación al desarrollo de los niños es casi un sacerdocio, y “gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y otras instituciones” aquí damos calor a los muchachos del barrio, proporcionándoles educación y algunos servicios básicos para la vida”, nos dice.